La industria del videojuego ha cambiado de una manera brutal en los últimos 25 años. Antes, cualquier programador con astucia y talento podía hacer un blockbuster desde el salón de su casa y forrarse el riñón tan ricamente con un poco de suerte. Hoy, las grandes desarrolladores se baten entre presupuestos multimillonarios que harían palidecer a auténticas super producciones de Hollywood, y eso a veces pasa factura entre los peces más pequeños que se echan a sus brazos. ¿Caso práctico? 38 Studios. De 2006 hasta su quiebra la empresa gastó la friolera de 133 millones de Dólares…casi ná.
Para empezar, Reckoning no facturó lo que se esperaba y no se convirtió en un proyecto rentable (vendió 1,3 millones y debería haber vendido al menos 2 para quedar en paz con EA y empezar a ganar pasta con los derechos).Vale, ahí se le fueron unos 30 milloncejos, pero la auténtica debacle llegó con Project Copernicus.
Más de cien millones fueron invertidos en un proyecto gafado por el mal estreno de SWTOR y un lento desarrollo, que le hizo perder cualquier posibilidad de enganchar una distribuidora fuerte. Al parecer, cien millones es un presupuesto, digamos, estandar en este tipo de juegos, por lo que 38 Studios tampoco hizo una locura, simplemente, la compañía ha tenido mala suerte. Los analistas aseveran que si la compañía hubiese terminado su juego para el mes de diciembre pasado, podrían haber revertido su destino.
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Vía Gamespot