Assassin’s Creed Unity no incluirá personajes femeninos jugables en el modo cooperativo. Esta decisión de Ubisoft ha servido como chispa para que medio Internet arda con comentarios de todo tipo y lo cierto es que las críticas que se le hacen a la compañía francesa tienen mucho sentido. Os voy a explicar por qué.
El principal argumento que usa Ubisoft para no incluir personajes femeninos es que tendrían que doblar las animaciones, hasta 8.000 dicen, además de las voces. ¿Y dónde flaquea ese enunciado? En que el multijugador siempre ha incluido personajes femeninos y realmente sus movimientos no diferían demasiado de los masculinos. Además, ¿tanto trabajo le supone crear más animaciones a una de las mayores distribuidoras del mundo? Si estuviéramos hablando de un juego indie, hecho por cuatro personas, lo entendería. Pero que diga esto una compañía que vende al año millones de juegos y que tiene cerca de 10.000 empleados en nómina es ridículo.
La explicación que queda es que, ciertamente, sería trabajo extra y es algo que se quieren ahorrar. Los motivos son simplemente económicos. ¿Por qué molesta esto? Porque a la gente, sobre todo a quien le guste jugar con personajes femeninos, le sienta como una patada en las gónadas no tener opciones de juego por la racanería de una compañía. Si todos los personajes del modo cooperativo fueran personajes imbricados en la historia, no habría problema, pero el caso es que son personajes que simplemente aparecen para ese modo. No existen motivos, más allá de los económicos, para no incluir personajes femeninos.
Luego nos encontramos con otro tipo de críticas que requieren de un análisis más pausado. Me refiero a todos aquellos que acusan de Ubisoft de machismo y misoginia. En este tipo de críticas, realmente no se están refiriendo a Ubisoft o a Assassin’s Creed Unity. Hay muchos juegos y sagas que no tienen personajes femeninos y nadie dice nada. Cuando se acusa a Ubisoft de machismo no se está criticando a Ubisoft como individual, se está criticando lo que representa Ubisoft con esas decisiones.
En la industria del videojuego, en las compañías hay un claro predominio masculino, por un motivo o por otro. Y esa hegemonía se traslada luego a los juegos que desarrollan. Por mucho que haya personajes femeninos, lo general es que los protagonistas sean hombres y el juego se construya en base a la visión que tiene el género masculino. Esto provoca que muchas veces las mujeres se sientan desplazadas en ciertos géneros (¿alguien ha dicho Gears of War y los shooter en general?), repudiándolos en muchas ocasiones. Es en este sentido, y no en otro, en el que se puede criticar a Ubisoft.
Por tanto, cuando se critica que Assassin’s Creed Unity no tenga personajes femeninos, lo que se critica es que Ubisoft participe en ese juego en el que los desarrolladores y los protagonistas de los juegos sean preeminentemente hombres y se desarrollen juegos para un público masculino.
Da igual que Ubisoft desarrolle juegos con protagonistas femeninos, como Child of Light o Assassin’s Creed Liberation. Eso nunca se hará visible, pues solo se le da publicidad a las decisiones de Ubisoft cuando esas decisiones van en consonancia con el concepto de industria machista que impera en el público. Las malos actos siempre tendrán más repercusión que los buenos. Que se lo digan a Don Mattrick.