Puede que estés sudando sangre mientras intentas acabar con todos los demonios y la muchachada maléfica que campa por NioH pero, permíteme que te haga una revelación, no es un juego difícil. Espera, no te vayas a enviar esa carta bomba a mi casa, al menos no todavía, y sigue leyendo.
NioH es un juego en el que su mayor dificultad reside en ser paciente. El truco está en no abalanzarse como loco hacia el enemigo. Hay que esperar el momento oportuno, atacar y volver la posición inicial. Creo que la dificultad realmente reside en aguantar el ansia de avanzar a toda prisa para poder comenzar con algún otro videojuego de la interminable lista de pendientes, y poco más.
Justo aquí al lado de mi despacho, en el ático del rascacielos más alto de Poblete, tengo una máquina recreativa llena de juegos clásicos. Me gustaría invitar a todos los que se han pasado Dark Souls y NioH, a ver cuántos juegos de 1986 son capaces de terminar antes de arrojarse, desesperados, por la ventana.
Para el artículo de hoy os traigo diez videojuegos DE CONSOLA difíciles de verdad, de esos en los que el mando y tú os debéis fusionar para alcanzar la perfección, que digo para alcanzar la perfección, ¡¡para pasarse la primera fase!!
Te los cuento y ya me dices tú si llevo razón o no.
La cabronada máxima residía en que si te conseguías pasar el juego, algo ya de por sí bastante poco probable, había que dar una segunda vuelta para conseguir el final bueno. Todo esto por culpa del Brazalete de la Diosa, que nuestra «»»querida»»»» princesa no se llevó consigo, por lo que teníamos que regresar a por él. Eso es tortura psicológica de manual y, probablemente, uno de los motivos por los que los de treintaytantos no estamos del todo bien.
Yo nunca tuve una NES, pero sí buenos amigos que me la dejaban de vez en cuando. No sé por qué demonios acababa alquilando este juego muchos fines de semana, supongo que sería por el carisma del grupo, pero joder, no había quien jugara más de 10 minutos sin desquiciarse.
Lo primero es que había que orientarse más o menos bien para caer en las alcantarillas adecuadas, y una vez ahí el incesante goteo de enemigos era el principal problema para los lentos. He de confesar que nunca llegué a pasármelo por completo, ya que decidí emplear mi escaso dinero en alquilar algo menos mortificante.
Atentos que seguimos con muchos más ejemplos en la siguiente página
Un buen día alguien, un genio de dar por culo probablemente, decidió que los shoot ‘em ups de toda a vida no eran lo suficientemente difíciles. No, eran paseos por el campo y había que hacerlos más exigentes. Ese día nació el género bullet hell, también conocido como «si no te da epilepsia esto ya no te dará nunca nada». Bien, hay numerosos títulos que coquetean con ese concepto, pero Mushihime-sama, título desarrollado por cave, es una especie de Everest dentro de este hijoputesco subgénero.
El juego salió en PlayStation 2 hace doce años, si bien es cierto que procedía de una recreativa -no me quiero ni imaginar el sueldo que te podrías dejar en ella- publicada por Taito. Teníamos que conducir una nave a matar bichos, literalmente, que amenazaban con destruir el mundo.
Os invito a que echéis un vistazo al vídeo con el que acompaño el escrito y, una vez visto, os insto a que abracéis bien fuerte a todos los que intentaron hacerse con él, con dramático resultado.
Si no tienes por ahí una recreativa a mano, el juego está disponible en Steam a un precio bastante moderado, al alcance de todo aquel masoquista que quiera darse un buen capricho.
Michael O’Reilly, programador de este plataformas, perpetró un título de esos que no se pueden jugar una sola vez, ya que el ensayo/error es vital, sumado a unos reflejos de ninja para no morir cada dos por tres.
Nuestro protagonista quiere ser The Guy, y para ello deberá hacer frente a todos los lugartenientes que vaya encontrando a su paso, todos sacados de épicos videojuegos como Street Fighter II, Punch Out o Tetris.
Las referencias y guiños son una constante, aunque probablemente no llegues a ver casi ninguno, ya que la muerte y la desesperación llamarán antes a tu puerta. Asúmelo.
Recuerdo que el primer Mega Man me resultaba difícil hasta de encender, ya que las conexiones no estaban del todo finas, y casi siempre recurría al mágico soplido cartuchil para arrancar el juego. En Mega Man podemos elegir a quién queremos enfrentarnos desde el principio, pista inequívoca de que ninguna fase va a ser un camino de rosas.
Conforme vayamos adquiriendo trajes de enemigos derrotados nos sentiremos más poderosos, otro error que nos llevará a morder el polvo con facilidad. ¡¡No te confíes!!
Y dejamos los más chungos para el final, cómo no
El juego nos dejaba unas rutas bastante intrincadas, enemigos peleones y una muerte cruel que nos devolvía al comienzo del nivel, con la consecuente pérdida de pelo que nos ha llevado a la alopecia que sufrimos hoy. Las batallas contra los jefes no eran especialmente complicadas (si les pillabas el truco), aunque requerían de una paciencia comparable a la de un profesor de la ESO, ya que los bosses iban bien servidos de energía.
En 2004 la saga renació en Xbox, dejándonos uno de los videojuegos más difíciles de la historia, en el que hacía falta ser un verdadero ninja, fusionarse con el mando y encomendarse a la virgen de la Estrella (ninja).
Gracias a eso pudimos jugar a versiones de Contra con vidas infinitas…y aún así la cosa estaba jodida. No pasa nada, la obra maestra de Konami bien merecía unas cuantas palabrotas y una tarde de viernes perdida en casa de ese vecino tan tonto.
Aún a día de hoy seguimos con gran interés cualquier anuncio de la saga, si bien casi ninguna de las versiones posteriores han llegado a anidar en nuestro corazón de la misma manera que esta salvaje y dificultosa primera entrega, si acaso Contra: Hard Cops.
En el año 1993 surgió uno de los primeros refritos «HD» de la historia, Super Mario All Stars, que reunía los primeros videojuegos de la saga en un solo cartucho, y ahí estaba esperándonos The Lost Levels, con el cuchillo entre los dientes y mucha mala leche en forma de plataformas.
Hoy en día hay muchas risas con las pantallas cuasi imposibles que diseña la gente en Super MArio Maker, pero aquellos niveles, AY, ¡qué mal nos lo hicieron pasar!
Super Meat Boy
El cachocarne es muy mono, es genial para utilizar como avatar en Twitter o como fondo de pantalla, pero a la hora de jugar con él, mejor anula las citas para tus próximos cinco años. El juego tiene un gran control, directamente proporcional al reto que ofrecen sus docenas de desquiciantes niveles. Es un juego al que retorno asiduamente, y del que me voy muy cabreado el cien por cien de las veces.
Hasta aquí mi puñado de juegos más difíciles que NioH. A lo mejor estás totalmente de acuerdo, puede que la bilis te esté consumiendo en este momento. Sea como fuere, usa el Foro y comenta cuáles son para ti los juegos más difíciles de la historia.
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