Swords And Sorcery Underworld Definitive Edition es, como su propio nombre indica, la última vez que OlderBytes actualiza este juego para dedicarse, de una vez por todas, a su secuela. Lanzado originalmente en 2010, ha sido mejorado un par de veces hasta llegar a ser lo que podemos disfrutar hoy. Viendo como es hoy en día, no quiero imaginarme lo duro que debía ser jugar a las anteriores versiones, porque teóricamente se ha mejorado mucho su aspecto y se ha equilibrado la dificultad del juego.
Sólo puedo decir que menos mal, porque Swords And Sorcery es un juego dificilísimo y exigente, y además hay que echarle ganas porque los gráficos son realmente atroces a estas alturas. Estaremos de acuerdo en que el aspecto visual quizás no sea el más importante, pero de ahí a usar texturas que hacen llorar al niño Jesús va un trecho. Como prueba del delito os dejo una captura de Moltenore, la ciudad de los enanos. Suerte que la representación de los NPC’s y los enemigos es mucho mejor, aunque no dejan de ser dibujos estáticos.
Pero si los gráficos no son buenos, es para morirse el apartado sonoro. Repetitivo hasta decir basta y de una variedad más bien escasa. Todos los pasos suenan igual, todos los golpes también y hasta los personajes hacen el mismo sonido al ser curados que al morirse, por lo que te llevas más de un susto mientras juegas pensando que has perdido a uno del grupo cuando acabas de curarlo. Mención aparte tiene la música, que pasa de no estar a no dejarte ni pensar, siendo también repetitiva y pesada. Todo un logro.
Menos mal que la historia aún tiene un pase y hay muchos personajes, enemigos y equipamiento que encontrar, porque si no sería para saltar por la ventana. Eso sí, tampoco busquéis originalidad, somos un grupo de aventureros que deben luchar contra el demonio y sus secuaces. Y precisamente eso es lo que más vamos a hacer, pelear. Contra todo y, en algunas zonas, casi a cada paso nos acecha un nuevo peligro. Al poco de estar dando tumbos por el mundo y pillar por donde va el juego, te acostumbras a grabar muy a menudo, porque el Swords And Sorcery es casi imposible hasta que le vas pillando el tranquillo.
El combate está basado en turnos y el orden se determina por la velocidad de los personajes, como es normal. El primer problema con el que te encuentras al jugar es que los enemigos te pueden derribar de un solo golpe, aunque el héroe en cuestión sólo quedará inconsciente hasta que algún compañero lo reanime o vuelva a ser atacado y entonces lo maten. La muerte es reversible mediante un hechizo o una visita al templo que hay en las ciudades, pero aún así, es más que probable que algunas de las luchas terminen con todo el grupo muerto y haya que recargar la partida.
Sólo a base de estrategia, de conocer las habilidad de cada uno de los personajes y de ir avanzando poco a poco para conseguir cada vez mejores armas y armaduras nos permitirá enfrentarnos cada vez con peores enemigos. Hay que tener en cuenta también que ni las ciudades son lugares seguros y puede saltar un combate en cualquier momento, por lo que no se puede bajar la guardia y mantener siempre a todos los integrantes del grupo en disposición de luchar.
En resumen, Swords And Sorcery es un juego feo, que parece mal hecho aunque se disfrace de homenaje, pero al que le he acabado dedicando más de treinta horas estando muy picado y con muchas ganas de ir mejorando y ser capaz de dominarlo y vencer al mal. Por lo que si te gustan los juegos de rol por turnos y eres capaz de abstraerte de su pésimo aspecto técnico, te encontrarás con un título lleno de sorpresas. Eso sí, los controles son de lo más complejo que he visto nunca para un juego sin «acción» a tiempo real. Espero que encuentren la manera de mejorarlo para futuros lanzamientos.